¿Qué son las emociones?
Las emociones son respuestas o reacciones fisiológicas que genera nuestro cuerpo ante cambios que se producen en nuestro entorno o en nosotros mismos.
Las experiencias manifiestan emociones a través de las percepciones, actitudes y creencias sobre el mundo. El valor que le damos a las situaciones determina lo que está ocurriendo adentro de nosotros.
Es decir, en una fiesta lo que quieres aparte de divertirte es verte bien, en tu persona, te fijas días antes que te vas a poner, con quien vas a ir para maquillarte, que la amiga te preste un vestido o compras algo para ponerte. Estas al tanto de cómo quieres que te vea la gente el día de la fiesta.
Llega el momento de la fiesta, entras como una musa y todos te chulean, ¡te ves muy guapa¡, ¡me gusta mucho tu vestido¡, ¡wo, no te reconocí, eres…!, la respuesta emocional a esos estímulos de agravios genera un impulso que valora lo que está ocurriendo y le da significado a sentir una emoción positiva de alegría, tranquilidad, serenidad y orgullo. Terminas con autoestima, seguridad, firmeza. Como se dice coloquialmente ” te sientes empoderada”.
Que sucede si hubiéramos escuchado comentarios de, ¡que fea se ve!, ¡parece payaso!, ¡qué pena me da, como se atrevo a llegar así a la fiesta! Esto nos genera emociones negativas, de asco, miedo, angustia, displacer que se acompañan de Síntomas fisiológicas, por ejemplo, al tener la emoción de miedo se siente malestar y se manifiesta como sudoración o taquicardia. Termina tu día peor de lo que esperas que fuera.
Hay emociones que son fáciles de reconocer y sabes por lo que estás pasando y el cómo te sientes. Sin embargo, cuando vivimos una experiencia nueva puedes presentarse nuevas emociones.
Un ejemplo, está mamá en su recámara apuntó de dormir, llega su hijo y le, dice- mamá nunca me dejas una nota por la noche y no aguanto los deberes que me pones en casa. La mama le contesta – ¿Qué haces levantado? Vuelve a tu habitación y no quiero volver a verte hasta mañana por la mañana.
Se presenta el momento caótico cuando actuamos sin pensar y sin sentir.
Es difícil entender lo que sucede en nuestro mundo interior están confuso que se actúa de manera caótica. No son capaces de responder de una manera serena y competente a las situaciones.
Sucede que nos sentimos de estas maneras.
¡No sé como me siento!
¡No sé si hice bien mandar a mi hijo a dormir!
¡No sé qué me está pasando, creo que trate mal a mi hijo!
¡Creo que hice mal!
¡Quiero explicar cómo me siento, pero no sé qué es lo que siento!
El no saber lo que sentimos hace que las emociones negativas ( culpa, desprecio, orgullo, miedo, vergüenza, entre otras) tomen el control de uno. Incluso, el evitar las emociones negativas es un intento de autoprotección contra el dolor y contra la fantasía de sufrir. Sin embargo, no son del todo malas, es necesario sentirlas.
¿Porque es necesario sentir las emociones negativas?
Somo seres humanos y no podemos vivir como una olla exprés bajo presión y calor. Guardar el enojo, tristeza e ira nos harán explotar al abrir la olla exprés y nos hará actuar de manera que no queríamos, pero sucedió.
La mama sintió culpa y miedo pero se hizo responsable de sus actos y por ende enfrentar la situación . Pero primero reconoció que sentía culpa por no haber escuchado a su hijo y mandarlo directo a la habitación y miedo por qué mañana fuera a tener su hijo un distanciamiento con ella.
La mamá fue a la habitación de su hijo, lo vio llorando acostado en la cama y le dijo – a mí también me exasperan esas cosas ¿Quieres que está noche te deje una nota? Y se me ocurren unas cuantas ideas acerca de los deberes, pero ahora es tarde, así que ya seguiremos hablando mañana. Su hijo le contesto con un abrazo y una sonrisa en su rostro.
La mamá le dio otro significado a la situación que generó en ella y en su hijo emociones positivas de alegría, paz, tranquilidad y serenidad.
Nos damos cuenta de que un cambio de actitud genera cambio en la situación.
El problema no es lo que nos pasa, si no la forma en la que reaccionamos a lo que nos pasa.
La manera en cómo confrontamos las situaciones determina en gran medida quienes somos y qué hacemos.
Así pues, cuando experimentes una emoción o sentimiento molesto, desagradable, interferente, que te haga sentir mal, dedica unos minutos a realizar el siguiente ejercicio. Lleva contigoo siempre este registro le ayudará a reconocer sus emociones. También, lo puedes hacer si se te presenta una emoción positiva, detente a reconocer que te genera placer o satisfacción y poder así repetir esas emociones.
Especifica la situación:
¿Dónde?, ¿Con quién?, ¿Cuándo?
- El pensamiento que motivó la emoción desagradable o agradable.
- El pensamiento y el recuerdo que motivó la emoción desagradable o agradable.
Describe la emoción negativa o positiva:
¿Qué siento?
- Especifica: triste, enojado, ansioso, etc.
- Evalúa la intensidad de emoción del 1-10
Refleja en una frase el pensamiento automático:
¿Qué estoy pensando?
- Anota el pensamiento o pensamientos automáticos que preceden de las emociones.
Está técnica ayuda a darle un sentido a los pensamientos y dan lugar a acciones que suponen unos resultados. Reconocer qué emoción estamos sintiendo, evaluar su propósito en relación con nuestras circunstancias y decidir si recrearla o no es de lo que trata la inteligencia emocional.
Cuando se reconocen las emociones se controlan con facilidad, al controlar nuestras emociones nos es más fácil dominar la capacidad de emplear la lógica y las palabras para expresar los sentimientos.
Es la ventaja que tenemos como seres humanos es que través de las experiencias y el control de las emociones vamos teniendo control de nuestras emociones y nos reconfiguramos para ser más sanos y felices.
Conforme los niños, aprenden de sus padres el control de emociones a medida que los padres adquieren mayor conciencia y son cada vez más emocionalmente sanos, sus hijos cosechan frutos y también ellos avanzan a la salud.
Controlar tus emociones te ayuda a tomar decisiones que les permite controlar como se sienten y como pueden controlar al mundo. Desarrollas la inteligencia emocional y pueden entender mejor los sentimientos propios y ajenos.